Con María, esperando la Resurrección de Cristo.

Miro tu imagen Dolorosa, María Santísima, tus ojeras profundas, tus ojos que guardan el recuerdo de la última mirada del Amado. Todos te intentan dar ánimo, Madre querida… sí, sabemos que tienes el corazón traspasado de dolor por esa espada anunciada. Todos pensábamos que no nos veía, que no nos escuchaba, que estaba rota por la tristeza. Pero María se vuelve hacia todos y dice: No os preocupéis. Aquí estoy, con todos vosotros, como cada día. Vinimos juntos «caminando», y nuestro Padre Celestial así lo dispuso. Intuimos que nuestra Madre está como siempre, mirando nuestros corazones que no pueden tener secretos ante…

Ver más Con María, esperando la Resurrección de Cristo.