¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!

Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Lectura del santo Evangelio según San Mateo En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón,…

Ver más ¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!