CRÉDITO

Banqueros Usureros 1

El crédito es uno de los pilares de nuestro sistema económico. Ya no practicamos el trueque, ni ahorramos antes de comprar, sino que financiamos casi todo. Las empresas establecen con sus proveedores condiciones de pago a 60, 90 ó 120 días; los bancos retienen el dinero de nuestras nóminas unos días cada mes, etc. Sin embargo, la generalización de determinados usos no puede llevarnos a concluir que son inicuos o incluso buenos, y que sólo nos queda la opción de asumirlos y practicarlos.

 Algunos censuran a la Iglesia por haber dejado de explicar su postura ante la usura. “Una actitud difícil de entender – dicen – si la comparamos con su pertinaz insistencia en otros temas de actualidad (caso de la familia o la vida humana)”. Quizás tengan razón, pero olvidan que la Iglesia ha sido literalmente expulsada del debate sobre las cosas del mundo y que, si ha de darse codazos para estar ahí, habrá de elegir sus batallas.

Los defensores del mercado libre (distinto al capitalismo libre) tienen mil razones para pedir la mínima interferencia posible de los gobiernos y de los órganos judiciales en las llamadas relaciones de mercado. Pero es necesario admitir que las relaciones de mercado necesitan límites: no aprovecharse de la ignorancia o de la necesidad, no manipular el precio del dinero, no consentir que la especulación sea la fuerza motriz del mercado, estudiar la validez jurídica de los contratos abusivos – pese al acuerdo de las partes -, prohibir las condiciones abusivas respecto a la necesidad del que pide prestado, no permitir la devolución de las deudas a cualquier precio, etc. podrían ser algunas líneas rojas a tener en cuenta.

Desligar la razón por la que se pide un préstamo de los intereses que se exigen a cambio, es injusto por definición. Que dos personas con visiones distintas lleguen a un acuerdo es un principio general llamado “del MUTUO” que está  en la base de toda relación comercial, sin embargo este principio no es el baño de oro que adecenta, acredita y valida cualquier negocio: los bancos se amparan en él para desarrollar sus operaciones, pero no les exonera de sus culpas en la crisis mundial que padecemos.

En el contexto de las relaciones de mercado podría aceptarse que “quien me presta dinero está contribuyendo al desarrollo de mi proyecto lo mismo que el que compra mi producto”, pues al abonarlo está pagando  – además de los gastos de producción y cierto beneficio -,  mis previsiones para reinvertir en la empresa sin saber cómo. Según esta teoría, pedir dinero a cambio de un interés tendría que considerarse lícito si el interés pagado contribuyera al desarrollo de proyectos sociales. Este fue, de hecho, el origen de los Montes de Piedad.

Claro que cuando hacemos este discurso siempre damos por hecho que hay dinero. Sin embargo, la usura ha existido y existirá mientras haya un bien punible. Por eso el pensamiento cristiano propone otra forma más compasiva y justa de entender las relaciones comerciales: la propiedad tiene una función social incluso cuando está reservada. El mero paso del tiempo no produce nada. El dinero retenido no genera ingresos, en todo caso intereses negativos; si usted me presta su dinero y yo le devuelvo “otro tanto, de la misma especie y calidad”, ya le estoy dando un beneficio al evitar los gastos de almacenamiento; además, usted contribuye al desarrollo de la sociedad a través de mi trabajo. Esto sería prestar sin usura. Atendiendo a este razonamiento, los préstamos para la subsistencia deberían salir de la esfera de las relaciones de mercado (decida cada cual si la adquisición de vivienda entraría o no en esta categoría), y en el resto de los negocios habría que aplicar el principio de que el mercado se basa en la propiedad privada y en el cumplimiento de los contratos. Fundamental esto último.

PARA REFLEXIONAR: ¿Los bancos venden dinero, prestan dinero o son usureros? ¿En el origen del préstamo está el afán por ayudar o la ambición desmedida? ¿Cobrar qué interés sería compatible con la moral católica?¿Se puede prestar sin intereses? ¿Es posible una banca que gane dinero sirviendo a la sociedad, como hacen algunos empresarios?

MARTACM

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