Jesús, ya sin vida, en brazos de María.

María, recibe en sus brazos el cuerpo sin vida de su Hijo. Aquel Hijo que tenía en sus brazos en Belén como niño, ahora lo recibe hecho un giñapo “sin hermosura, como varón de dolores, ante el cual, cualquiera vuelve el rostro para no ver el sufrimiento”. El Dolor de María es dolor de Madre y de creyente.

En el cuerpo sin vida del Señor, están tantos cuerpos muertos y sufrientes en la humanidad, por el pecado, la injusticia… Y María como Madre nos recoge y nos cuida, por qué sabe que van a Resucitar.

 

Ntra. Sra. de la Piedad y Ntro. Señor Cristo de la Reconciliación

Si no hubiera de nuevo esta situación anómala, a día de hoy por las calles de nuestra ciudad veríamos discurrir una nueva edición del Viacrucis de Nuestra Señora de la Piedad y Cristo de la Reconciliación con los «pasos» de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, y anunciada con «algo así»;

 

Vía Crucis de Nuestra Señora de La Piedad, organizado por su Cofradía, con la salida procesional hoy Jueves Santo 01 de abril de 2021, a las 19.45, desde la Iglesia de Valvanera y con el recorrido: Calle Vitoria, Murrieta, Gran Vía, Chile. Vitoria, Labradores, Pérez Galdos, Rey Pastor y Vitoria hasta regresar a la Iglesia de Valvanera.

 

Víacrucis de Nuestra Señora de la Piedad y Nuestro Señor Cristo de la Reconciliación

María ve morir a su Hijo, Hijo de Dios y también suyo. Sabe que es inocente, y que ha cargado con el peso de nuestras miserias. La Madre ofrece al Hijo, el Hijo ofrece a la Madre. A Juan, a nosotros.

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En la grieta abierta en el corazón de María entra otro hijo, San Juan que representa a la humanidad entera. Y el amor de María por cada uno de nosotros es la prolongación del amor que ella ha tenido por Jesús. Sí, porque verá su rostro en los discípulos. Y vivirá para ellos, para sostenerlos, ayudarlos, animarlos, llevarlos a reconocer el Amor de Dios, y que en su libertad se dirijan al Padre.

¿Qué nos dice a todos nosotros esa Madre y ese Hijo en el Calvario? Se intuye que esta Madre y este Hijo, nos están dando un don único, irrepetible. En efecto, en ellos encontramos la capacidad de ensanchar nuestro corazón y abrir nuestro horizonte a la dimensión universal.

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