José Luis Bermejo da el banderazo a la Semana Santa

BermejoEntre el temor por la responsabilidad y la ilusión ante el reto que le planteó la Hermandad de Cofradías de la Pasión de Logroño, José Luis Bermejo, alcalde de la capital riojana entre 1995 y 1999, abrió anoche su corazón a los congregados en la Iglesia de Santiago en la lectura del pregón que desde 1955 inaugura la Semana Santa logroñesa.

– ¿Qué significa para José Luis Bermejo ser el pregonero de la Semana Santa de la capital riojana?

– Pues mira, la verdad es que cuando me lo dijeron tuvo una doble sensación: por una parte, de temor y de estupefacción, porque creo que cualquiera de los presentes en la Iglesia de Santiago hubiera sido capaz de hacer las cosas mejor que yo; y por otra, de ilusión y de orgullo, claro. Dudé, pero al final me decidí a dar el paso tras encomendarme a la Virgen de Valvanera. Para mí era una gran responsabilidad porque no es hablar de cualquier cosa, es hablar de la fe.

– ¿Cuándo comenzó a preparar su intervención?

– Pues casi desde que me lo propusieron hace como mes y medio, pero escribiéndolo, negro sobre blanco, unos 25 días. Para mí, insisto, es difícil porque supone una gran responsabilidad, es escribir sobre algo sublime y, por eso, he roto cuatro pregones hasta que he logrado dar con uno en el que he podido expresar mi vivencia personal, desde mi niñez, en la Semana Santa de Logroño.

– ¿Qué mensaje central quiere trasladar ante esta Semana Santa?

– Mi mensaje es que Jesucristo tiene sus ojos puestos en el hermano que está en paro, en el que tiene problemas, en el desfavorecido… Por eso quiero decirle a la gente que Jesucristo y su amor se hacen hoy más actuales que nunca ante la gente que tiene problemas y ante las familias que no tienen sustento. No podemos olvidar que una de cada cinco personas está rayando el umbral de la pobreza. Esa es la Semana Santa para mí.

– Aparte de la económica, ¿hay también una crisis de generosidad y de solidaridad en estos tiempos?

– Yo pienso que no. No creo que haya un problema en ese sentido. Para mí, el espíritu de Jesucristo está presente siempre y lo que es necesario es ser valiente, actuar y ejercer. Hay que mirar a los ojos del prójimo porque el mensaje tiene que ser la fraternidad y ayudar al necesitado.

– ¿Vive la Semana Santa logroñesa y riojana o aprovecha como muchas personas para realizar alguna escapadita fuera de la región?

– No, no me voy. Mi Semana Santa en Logroño es irrenunciable, para mi la asistencia es obligada. No viene nada mal vivir en estos tiempos unos días de meditación y reflexión.

– ¿Acude a las procesiones en la capital riojana? ¿Hay algún acto religioso especial para usted?

– Mi acto fPregonavorito, como he dicho antes, es meditar el porqué de la Semana Santa. Como procesión, pues la del Santo Entierro, la del día de Viernes Santo, que es la que más remueve los sentimientos del logroñés. Es una cita en la que cada año te encuentras con las mismas personas y que cada año es igual, pero que no cansa porque siempre descubres algún matiz nuevo, algo que se te había escapado en los años anteriores.

Extraido del periódico La Rioja

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