María, está a la espera…

«Año 1976. Pleno de la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Logroño. Ante la moción presentada en el sentido de proclamar a la Virgen de la Esperanza Alcaldesa Mayor de la ciudad, se procede a la votación y el resultado fue un SÍ absoluto y unánime. Al año siguiente, le fue entregado a la imagen el bastón de mando, que desde entonces muestra en su mano derecha.»

PATRONA Y ALCALDESA DE LA CIUDAD DE LOGROÑO

La Virgen de la Esperanza, a petición del clero, las autoridades y pueblo logroñés, fue declarada y confirmada por Su Santidad Pío XII ‘CELESTIAL PATRONA ANTE DIOS DE LA CIUDAD DE LOGROÑO’ con todos los derechos y privilegios litúrgicos correspondientes, sin que nada obste en contrario, el día 14 de mayo de 1948.

La proclamación fue leída el día 11 de junio de dicho año por el entonces obispo de Orense y nacido en Logroño, D. Francisco Blanco Nájera en la iglesia de Santa María de la Redonda.

Recorrió las calles de Logroño en procesión junto con la imagen de San Bernabé, el otro patrón de la ciudad, por primera vez aquel 11 de junio, como conmemoración del 400 aniversario del Sitio de Logroño.

Y el día 18 de diciembre de 1976, según decisión adoptada por la Corporación Municipal presidida por su alcalde, el Excmo. Sr. D. Narciso San Baldomero y Ruíz de Morales, la Patrona de Logroño recibió el título de ALCALDESA MAYOR DE LA MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE LOGROÑO, siendo al año siguiente cuando dicho alcalde le entregó el bastón de mando para que pueda ostentar su poder de alcaldesa mayor.

FESTIVIDAD VIRGEN DE LA ESPERANZA

Logroño, celebra hoy 18 de diciembre, a su patrona y alcaldesa, la Virgen de la Esperanza.

El programa de actividades que la Cofradía de la Virgen de la Esperanza y el Ayuntamiento de Logroño con motivo de esta celebración, comenzó en la tarde anterior a las 18:00 horas, con la «Llamada a Concejo» en la Plaza del Ayuntamiento, en la que participaron voluntarios de Logroño con las tradicionales antorchas, la pareja vendimiadora de las fiestas de San Mateo, la Banda Municipal de Música y todos los concejales de la Corporación Municipal.

La comitiva se dirigió en procesión hacia la Iglesia de Santiago pasando por la Avenida de La Paz y las calles Muro de Cervantes, Portales, Sagasta y Marqués de San Nicolás, hasta la Iglesia de Santiago «el Real», donde tuvo lugar la ofrenda del escudo floral de la ciudad a los pies de la imagen de la Virgen, a cargo del alcalde de Logroño, las llamadas vísperas y a continuación la Eucaristía en honor de Nuestra Señora.

Continuando con el programa de actividades preparado, hoy a las 11:00, se procederá a la inauguración del Belén monumental de la Plaza del Ayuntamiento,  y a las 11:40 horas, tendrá lugar una nueva «Llamada a Concejo» siguiendo el mismo recorrido que en la jornada anterior, yendo de nuevo en procesión hasta la Iglesia de Santiago, donde a las 12:00 horas se celebrará la Eucaristía solemne en honor a la Virgen de la Esperanza. En el ofertorio de la eucaristía, tras la lectura del Evangelio, el alcalde de Logroño realizará la consagración de la ciudad a la Virgen.

Tras la celebración religiosa, el alcalde ofrecerá a la Cofradía Virgen de la Esperanza un pergamino del V Centenario del Sitio de Logroño, que se depositará en el Archivo Municipal de la Iglesia de Santiago.

A continuación, a las 13:00 horas, la comitiva realizará una pequeña procesión por el entorno de la Concatedral de La Redonda, acompañada por la Banda Municipal de Música, para finalizar de nuevo en la Iglesia de Santiago con una «Salve».

Ya por la tarde, las 19:30 horas, el Auditorio Municipal acogerá el ‘Festival Folclórico Virgen de la Esperanza’, con la música y las danzas del Grupo Aires de La Rioja. Y a las 21:00 horas, en la Concatedral de Santa María de La Redonda, tendrá lugar el concierto ‘Día de la Esperanza’, a cargo del organista Víctor Baena y la violinista holandesa Lisette Carlebur, que desde 2015 forman un dúo en el que ambos instrumentos se unen para interpretar piezas barrocas escritas para esta combinación u otras y que han sido arregladas para esas ocasiones por ellos mismos.

Al día siguiente, la Iglesia de Santiago acogerá, a las 20:15 horas, la representación de la cantata ‘Logroño 1521. Crónica del Sitio’, obra musical compuesta al estilo de los romances viejos, contextualizada musicalmente en la época del emperador Carlos I e inspirada en autores del siglo XVI como Luis Milán, Luys de Narváez o Juan Cornago, compositor calagurritano.

La interpretación correrá a cargo de Ensamble XXI, grupo de 30 músicos y cantantes de diferentes colectivos musicales riojanos, como los grupos de folklore de los años 80 y 90, Río Oja, Canto Blanco o Rúa Vieja; músicos de grupos actuales como Illo Gronio, o Tundra; instrumentistas profesionales riojanos de reconocido prestigio; y miembros de la Orquesta y el Coro de la Universidad de La Rioja.

LA IMAGEN

La imagen de Nuestra Señora la Virgen de la Esperanza es una bellísima talla de comienzos del siglo XIV, profundamente rehecha con posterioridad.

La Virgen no se presenta con el vientre henchido, encinta, expectante para dar a luz al Hijo de Dios hecho carne en sus purísimas entrañas.

Sino por el contrario, se nos presenta regia, sentada en su trono, mostrándonos al niño Dios en su regazo.

Antiguamente sostenía la Virgen en su mano derecha un ramillete de tres azucenas, que según parece, eran más bien tres flores de lis, en recuerdo de la gesta de 1521.

Tanto la Virgen como el Niño presentan una irresistible atracción.

Quién se detenga a contemplar las imágenes quedará, de seguro, prendido de su rara belleza, cautivado por el encanto del risueño semblante de ambos, Madre e Hijo.

Esa imagen de la Virgen, contemporánea de la batalla de Clavijo, con el tiempo llegó a desaparecer y en el siglo XIII fue sustituida por otra a la que también se le denominó NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA, imagen que actualmente se conserva en la parroquia del pueblo de Clavijo, a la que fue traslada al marchar los monjes del monasterio de San Prudencio en tiempos del rey Carlos III.

Esta última imagen, con el tiempo, estaba olvidada de propios y extraños hasta que hacia el año de 1950, gracias a los inventarios de la Parroquia, se supo que la reseñaban con estas palabras rituales:

“Es una imagen muy antigua, traída a la Parroquia al extinguirse el monasterio de San Prudencio y se denomina LA VIRGEN DE LA ESPERANZA.”

A esta imagen es a la que invocaban los logroñeses en su peregrinación. Y a tal grado llegaría la devoción a esa imagen que el pueblo logroñés hizo una imagen similar o igual (finales del siglo XIII o principios del XIV) y es la que actualmente está en la iglesia de Santiago El Real (Logroño) y a la que también denominaron LA VIRGEN DE LA ESPERANZA, imagen gótica de semblante maternal, sonriente y benevolente.

También se le conoce a esta imagen (se desconocen las razones) por LA TOLEDANA.

Acaso ese título se deba a que la festividad de la Anunciación (con la Anunciación a María empieza la expectación del parto de la Virgen) y cuya festividad se trasladó del 25 de marzo al 18 de diciembre en el X Concilio de Toledo (año 656) por propuesta de San Ildefonso.

Por otro lado, la Liturgia en España por aquellos tiempos era la hispánica, también conocida como visigótica o mozárabe, y estuvo vigente hasta la implantación del rito romano.

Alfonso VI a instancias del enérgico pontífice Gregorio VII y de la reina Inés de Aquitania, decidió implantar en la liturgia el rito romano en sustitución del mozárabe; un concilio celebrado en Burgos en 1080 ponía fin a la tradición visigoda.

En 1081 la liturgia romana imperaba ya en España. Lo de LA TOLEDANA puede, pues, ser debido a los orígenes mozárabes o hispánicos de esta liturgia.

La imagen pues de Nuestra Señora de la Esperanza es una talla sedente del siglo XIV.

Pero si los cristianos damos a las imágenes de este tipo, el título de la Esperanza, es por dos razones importantes:

  • Por la expectación del parto, ‘Virgen de la Esperanza’, virgen que espera el nacimiento del hijo y de la maternidad y que se la representa con el vientre abultado cual mujer parturienta. Es la festividad que la Iglesia celebra el día 18 de diciembre.
  •  ‘Virgen de la Esperanza’ que se reza en la bella oración LA SALVE: “Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura, ESPERANZA nuestra…”

Si nos fijamos en nuestra imagen de la Virgen de la Esperanza de la Iglesia de Santiago el Real de la ciudad de Logroño veremos que es una talla que lleva al Niño Jesús sobre sus rodillas.

No está pues en ‘expectación de parto’, no es la Virgen que espera el nacimiento del hijo.

Entonces, el motivo por el que se llamó a la imagen de Santiago El Real ‘Virgen de la Esperanza’ por ser la Virgen, ESPERANZA NUESTRA.

LA DEVOCIÓN

Atendiendo a su antigüedad, la tradición nos dirá como hemos ya comentado que los antepasados logroñeses comenzaron a profesar gran devoción a una talla de la Virgen bajo la advocación de la Esperanza a partir de un suceso ocurrido en la legendaria batalla de Clavijo.

Se cree que, ante la angustiosa situación surgida para las tropas cristianas tras la derrota en la Batalla de Albelda, el rey Ramiro junto con los monjes del monasterio de San Prudencio, se pusieron bajo la protección de la Virgen y de Santiago.

Elevando sus fervientes súplicas ante una imagen de Santa María que se encontraba en la iglesia de dicho monasterio y en la cual depositaron su esperanza en la noche del 22-23 de mayo del año 884.

La Esperanza no fue defraudada ya que el mismo dio 23 de mayo, el rey Ramiro I con su ejército derrotaba a los moros en la batalla conocida con el nombre de BATALLA DE CLAVIJO, con la especialísima ayuda del apóstol Santiago.

A partir de ahí se hizo costumbre que todos los años, el día 23 de mayo, los logroñeses peregrinaran a Clavijo (pueblo de La Rioja a 17 Km de Logroño) para dar gracias al apóstol Santiago y a la Virgen por ese acontecimiento.

Así como el del ‘cese del tributo a los moros de las cien doncellas’, y se dirigían al Monasterio de San Prudencio donde había una imagen de la Virgen a la que se llamaba ‘La Virgen de la Esperanza’.

 Ya en el Siglo XII se registra un voto de la ciudad de Logroño por el que se obligaba, subir anualmente al monasterio de San Prudencio.

Este voto se cumplió con más o menos incidencias hasta que en 1837 desapareció el monasterio como consecuencia de la ley de supresión de órdenes.

Con la extinción del monasterio, la talla original pasó a la iglesia parroquial de Clavijo, donde se conserva en la actualidad bajo la advocación tradicional de la Esperanza, al igual que en la Iglesia de Santiago el Real.

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