Del santo Evangelio según san Mateo 8, 1-4
Cuando bajó del monte, fue siguiéndole una gran muchedumbre. En esto, un leproso se acercó y se postró ante él, diciendo: «Señor, si quieres puedes limpiarme». Él extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio». Y al instante quedó limpio de su lepra. Y Jesús le dice: «Mira, no se los digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio.
Señor, yo creo en ti y en tu amor. Si quieres puedes convertir este momento de oración en una experiencia de amor que transforme toda mi vida; sé que lo puedes hacer y humildemente te suplico que lo hagas.
Desde tu Santa Agonía en la Cruz, Jesús, cúrame de todo eso que me aparta del camino del bien porque quiero vivir en todo, y sobre todo, en tu amor, en tu gran misericordia y en tu caridad.
Ayúdame a vivir en tu luz para experimentar la alegría de sanación que viene con tu amistad.
Amén
SANTO CRISTO DE LOS ENFERMOS – RR. PP. CARMELITAS DE LOGROÑO
La Cofradía Entrada de Jesús en Jerusalén llevaba varios años pensando en asentar su sede canónica en alguna parroquia de Logroño, como fomento para su vida espiritual y como apoyo en el crecimiento numérico de cofrades. Ya habíamos tenido la experiencia y colaboración años atrás con las parroquias y en especial con la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de los RR. PP. Carmelitas, donde las charlas y anuncios dentro de dicha parroquia nos había aportaron varios nuevos cofrades e incluso muchos de los componentes de la cofradía tenía a ésta como parroquia, teniendo los domicilios en el entorno de las calles de ella.
A través de varios de estos cofrades, D. Jesús Martínez Ochoa, D. Eugenio Martínez Abanzabalegui y D. Javier Vidal Bravo, se entablaron conversaciones para ello y fueron tan positivas por aquel entonces que, aún siendo muy pronto para llegar a ninguna conclusión precipitada, gustó mucho la idea y sobre todo, la iniciativa por parte de la Cofradía de poder sacar la imagen parroquial del Santo Cristo de los Enfermos a la cual en la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen se le tiene una gran devoción y fervor por parte de todo el pueblo logroñés.
En tiempo récord, se trabajó en este nuevo proyecto, se sopesaron bien las posibilidades tanto materiales como económicas e incluso las personales, pues significaba una nueva procesión para los “portadores” del futuro nuevo paso.
Todo ello nos llevó a poner la imaginación encima de la mesa. ¿Cómo hacer unas nuevas andas? ¿Qué andas utilizar? ¿Cómo adornar la imagen del Santo Cristo? Etc.… Las respuestas a todas las preguntas estaban también condicionadas a un pobre estado financiero de las arcas de esa tesorería cofrade.
Cuando el Señor habla, habla fuerte y claro. Simplemente, le escuchamos y nos dejamos guiar por su diestra que es excelsa. Así que iniciamos todo el nuevo proceso de preparación.
El adorno floral era cuantioso para tanta procesión y se llevaba gran parte de nuestra pobre economía, habiendo tenido que renunciar ya, a los servicios profesionales de la floristería de nuestro gran amigo D. Félix Medrano, que hasta pocos años antes, se había portado tan espléndidamente con nosotros y durante muchísimos años.
Tuvimos que recurrir a los viveros de Vilasar de Mar, Mundiflor, quienes desde entonces nos enviaron toda la decoración florar para todos los “pasos” y procesiones de la Cofradía, de una forma mucho más ajustada económicamente, aunque con mayor esfuerzo de los cofrades al tener que ser ellos mismos quien “colocasen” dichas flores en la decoración de los “pasos”
Con las andas, utilizamos el mismo sistema que con el “paso” del Cristo Resucitado. Hicimos un gran soporte metálico para la Cruz del Santo Cristo de los Enfermos “soldado y sujeto” al armazón metálico de las andas recién reformadas del “paso” de la Oración en el Huerto de los Olivos. Se trasladaron a los talleres mecánicos de la familia cofrade Zorzano Herrero y Zorzano Pérez, ayudados por D. Julio Espinosa Camarasa, quienes dejaron totalmente preparada y probadas esas andas que, poco tiempo antes, y en los almacenes de la antigua Plaza de Toros (donde se guardaban muchas andas de cofradías) el armazón metálico de ellas habían sido “forradas” humildemente y de manera artesanal como si de kit de mueble se tratara, por varios cofrades capitaneados por Ricardo Ochoa Urízar y Francisco Javier Vidal Bravo.
También habría que destacar que, para terminar dichas andas recurrimos a un fabricante de telas de Barcelona, Industrias Taber, quien nos proporcionó tela igual que la que utilizaba en sus faldones el “paso” de la Entrada de Jesús en Jerusalén, un magnífico color azul turquesa, y se confeccionaron unos nuevos faldones para ellas. Para la hechura de dichos faldones, se encargó personalmente D. Francisco José Zorzano Pérez.
Se habló con el entonces párroco de Ntra. Sra. Del Carmen para informar ya de todo lo avanzado y concretar aquella primera salida procesional del Santo Cristo de los Enfermos a las calles de Logroño. Se informó del proyecto al Vicario de la Diócesis por aquel entonces, D. Servando Argaiz quien en una reunión con una comisión presidida por nuestro Hno. Prior D. Pedro Trevijano Etcheverría, Hno. Mayor de la Cofradía D. Eugenio Martínez Abanzabalegui, D. Juan José Cassorrán Merino, vocal del “paso” Oración en el Huerto” y el D. Ricardo Ochoa Urízar, donde quedó todo preparado a la espera de la fecha elegida para procesionar por las calles de la parroquia, acordando se haría el Jueves Santo, Día del Amor Fraterno donde “amar es Servir” y podríamos acercar a todos los enfermos de la Parroquia, llevándoles además de “consuelo”, el detalle de unas flores del Santo Cristo, así como unas palabras y oraciones de los sacerdotes y cofrades que con el paso del Santo Cristo de los Enfermos en sus hombros, los visitaban en sus propios domicilios.
Llegada la fecha de esta primera salida, ante la imposibilidad por el momento de montar, desmontar y salir en procesión desde el Templo Carmelita, se solicitó a las RR. MM. Adoratrices para que, desde el patio del Colegio de Santa Micaela (ahora Colegio de la Purísima Concepción o Colegio de Adoratrices) se pudiera montar y desmontar así como salir y finalizar en dicho patio con acceso por la puerta que el citado centro, tiene por la calle Doctores Castroviejo, casi frente a la puerta de la Parroquia “del Carmen”.
Desde el Jueves Santo de aquel 4 de abril de 1.985 hasta el Jueves Santo 13 de abril de 1.995 que salió por última vez, la Cofradía procesionó al Santo Cristo de los Enfermos.
En aquella su primera salida procesional, la Cofradía se concentró en la Parroquia de los Padres Carmelitas a las 17.45 de la tarde, para asistir a los Santos Oficios de la Cena del Señor y a la finalización de los mismos, iniciamos la procesión que llevó el siguiente recorrido: Salida desde Carmelitas (patio de las RR.MM. Adoratrices), Jorge Vigón, Vara de Rey, Muro del Carmen, Rodríguez Paterna, Avda. de Viana hasta el Hospital, Capitán Gaona, Juan XXIII, Jorge Vigón regresando hasta la Parroquia. Tuvimos además la suerte, desde el inicio de la primera salida procesional, de ser escoltados por miembros de la Cruz Roja como se puede apreciar en las diversa fotografias, a los cuales les estuvimos y les estamos aún, muy agradecidos.
El revuelo hasta poder dar con el sistema de sujeción de las flores y la poca experiencia hasta ese momento de decorar floralmente un “paso” de ese tipo, hicieron que las personas que se encargaron de ello derrocharan mucho tiempo, ingenio y dedicación a raudales. Un fuerte equipo de cofrades y esposas de cofrades, Dña. Paula Hernáiz, Dña. Olga Jalle, Dña. Alicia Alcalde, Dña. Lourdes Esquíu, D. Javier Vidal, D. Eugenio Martínez, D. Julio Espinosa, D. Ricardo Ochoa, D. Francisco Zorzano, D. Antonio López-Castro, D. Doroteo Suberviola, D. Ángel Santiago Losada, D. Gregorio Romeo, D. José Luis Pérez, Dña. Isabel Turza y muchos otros cofrades que o bien por la necesidad, curiosidad y novedad, se acercaron hasta el citado patio del Colegio para ayudar en lo necesario. Las RR. MM de los colegios de Adoratrices y de la Compañía de María, igualmente estuvieron presentes ayudando en todo ello.
Muchos problemas y grandes inconvenientes encontraron a esta procesión, quienes más nos debieron apoyar y ayudar a ello. Me estoy refiriendo a la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro, así como alguna de las Cofradías de la ciudad.
Uno de los principales problemas que ellos vieron, fue el coincidir dos procesiones al mismo tiempo en un Logroño que ya en 1985 era lo suficiente grande para dar cabida a ésta nueva procesión y a la Cofradía de las Siete Palabras de los Padres Escolapios. La Hermandad, no lo consideró oportuno y daba la razón a la otra cofradía, por antigüedad, en sus desfiles en el Jueves Santo. Hoy, desfilan por la ciudad 5 cofradías con sus correspondientes procesiones y no hay mayor problema. Aquí también el tiempo nos dio la razón. Solamente nos apoyó la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno quienes nos acompañaron durante la mayoría de las salidas del Santo Cristo de los Enfermos en procesión, llegando incluso a procesionar junto a él, su “paso” llamado popularmente “El Nazareno Antiguo” también conocido como “La Caída”. Curiosamente, dicha cofradía aprovechó y continuó con una nueva procesión de ésta Cofradía y su «paso» en Jueves Santo, ” dándole el nombre a su procesión de “Jesús Camino del Calvario” y que ha llegado hasta nuestros días.
Con todo este maravilloso recuerdo, pretendemos llegar a la sensibilidad y memoria de los logroñeses, para intentar de nuevo que, ésta preciosa imagen de Cristo Agonizante, más conocido en Logroño como Cristo de los Enfermos, pudiera volver a procesionar por las calles de nuestra ciudad. Sirva lo expuesto, para animar en ello a los RR. PP. Carmelitas, y que puedan estudiar esta posible nueva realidad y que apoyados por muchas personas que anteriormente acompañaron a este Cristo por las calles de la parroquia, visitando los domicilios de los enfermos de ella, vuelva a las calles de Logroño, a los corazones de los «parroquianos» ayudando a dar otro «soplo y empujón» a la vida espiritual de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Logroño.