Hoy miércoles día 4 de abril de 2012 a las 12,00 horas, y en la Concatedral de Santa María de la Redonda, se ha celebrado una costumbre que se realiza año tras año y que cada vez va teniendo más adeptos e interés entre los fieles. Es la limpieza del Cristo y preparación tanto de la imagen como de la urna sepulcral para la inminente procesión del Santo Entierro.
Con más o menos publicidad del acto, montones de fieles se dan cita al mediodía de cada Miércoles Santo, al sonido de la campanilla, para presenciar la apertura de la vidriera y urna. La imagen de Nuestro Señor Jesucristo donada a la ciudad de Logroño por D. Gabriel de Unsain en el año 1694, es depositada fuera de la urna en unos cojines preparados para esta operación y se procede a su limpieza y perfumado, así como de su conservación. Terminadas las labores, los miembros de la Cofradía, proceden a pasar diferentes objetos tocando la imagen y los fieles asistentes incluso niños de corta edad para tocar con sus propias manos a Jesús yacente.
Del libro de D. Eugenio Ugarte, HISTORIA DE LA SEMANA SANTA DE LOGROÑO, resaltar éste mismo acto pero de hace ahora 40 años, detallado por el autor de la obra.
El Miércoles Santo 29 de Marzo de 1972 se realizó a mediodía en la catedral de la Redonda por parte de la Cofradía del Santo Sepulcro una antigua costumbre que se ha convertido en tradición. Al dar la última campanada de las doce, el Mayordomo primero de la cofradía, ese año D. Rafael Rodríguez Ascacíbar, procedió a abrir la urna del Santo Sepulcro, extrayendo de la misma ayudado por sus cofrades, la imagen de Cristo yacente.
Depositándolo en el suelo, sobre los almohadones de terciopelo negros preparados al efecto. Las «Camareras del Sepulcro» proceden a su limpieza y aderezo con aceites perfumados y agua de rosas con un primor exquisito y una delicadeza amorosa, como cuando a Cristo las Santas Mujeres le ungieron y embalsamaron. Mientras tanto, el resto de sus cofrades proceden a la limpieza de la urna sepulcral con la misma fe y devoción.
Y en los momentos que la imagen de Cristo muerto esta fuera de la urna, son cientos los devotos que acuden a pasar por ésta imagen, pañuelos, medallas, o algún objeto querido para conservarlo en su casa como una reliquia. Para ello, los cofrades ayudan a complacer a todos los devotos, dándolo después a besar en medio de un impresionante silencio de respeto y reverencia.
Después, la imagen vuelve a su urna, la cual ya no se volverá a abrir hasta el próximo Miércoles Santo. De ésta forma ceremonial y emotiva, queda ya preparado para montarlo en las andas y procesionario el día de Viernes Santo en la del Santo Entierro.
Esta ceremonia de limpieza del Santo Sepulcro y de la imagen del Jesús muerto, se ha convertido en una verdadera tradición para el pueblo de Logroño, que todos los Miércoles Santos, esperan con devoción la hora señalada para este acto.
Al término de ésta ceremonia, se procedió a efectuar la bendición del guión que la cofradía iba a estrenar el día de Viernes Santo en la procesión, bendición que se hizo en presencia de todos los cofrades y devotos que se encontraban en la iglesia.
PROCESIÓN DEL ENCUENTRO
También hoy, 4 de abril de 2012 y a las 22.30 horas, Comenzará la tradicional procesión del ENCUENTRO. A la hora indicada y desde la parroquia de Santiago El Real, Jesús nazareno a hombros de sus cofrades iniciará el recorrido por las calles de Logroño hasta encontrarse con María su Madre Dolorosa, quien a la misma hora que el hijo, comenzará su recorrido desde la Concatedral de Santa María de la Redonda.
Los recorridos son los siguientes: Jesús Nazareno sale de su parroquia de Santiago el Real, calle de Santiago, Marqués de San Nicolás (Mayor), Martínez Zaporta, Portales y Plaza del Mercado. La Virgen Dolorosa, sale de la Concatedral por la Plaza del Mercado, Portales, Marques de Vallejo, Muro de la Mata, Muro del Carmen, Plaza Amós Salvador, Caballerías y Plaza del Mercado.
Ambas imágenes se encontrarán sobre las 23.00 horas. Tras el fervorín, los “pasos” llevados de nuevo a hombros de sus respectivas cofradías, volverán a sus respectivos templos por las calles Plaza del Mercado, Mercaderes, y Marqués de San Nicolás (Mayor) donde Madre e Hijo se separan con recorridos diferentes. Jesús el Nazareno regresa a Santiago el Real por la calle Marquésde San Nicolás (Mayor), Santiago hasta su templo y La Virgen Dolorosa regresa a la Concatedral por Sagasta, Portales y Plaza del Mercado.
LA PRIMERA PROCESIÓN DEL ENCUENTRO ( Del libro Historia de la Semana Santa de Logroño de Eugenio Ugarte)
Para la Semana Santa de 1.942 la Junta de Gobierno de la Hermandad, a cuyo frente estaba como Hermano Mayor don Félix Martínez Val, preparó dos innovaciones que mejoraron notablemente nuestra Semana Santa, ambas para el día de Jueves Santo, 2 de Abril. La primera consistió en un «Miserere» que se celebró en la Colegiatadela Redonda; y la segunda fue la primera procesión llamada «del Encuentro» realizada a continuación, una vez terminado el «Miserere».
Para las diez menos cuarto de la noche, en que estaba anunciado el «Miserere», toda la iglesia dela Redondase encontraba totalmente llena de público, ávido de escuchar innovación tan acertada y era de todo punto imposible penetrar dentro del templo. A la misma hora ocupó la Hermandad la Vía Sacra, ante-presbiterio y parte inferior del coro, mientras el Guión con la Junta de Gobierno se situaba en el presbiterio y en el centro del mismo el Rvdo. don Julio Merino, cura párroco de Palacio.
El Prior de la Hermandad, Rvdo. don Pedro Baldomero Larios, rezó una estación al Santísimo Sacramento que contestó la Hermandad y público y a continuación el coro con la orquesta y órgano interpretó el «Miserere» a tres voces del maestro Camó, bajo la dirección de don Tomás F. Iruretagoyena y al órgano el maestro Calvet. El público escuchó con sumo agrado la ejecución de ésta pieza musical, novedad desconocida en las Semanas Santas de Logroño, como así mismo el numeroso público estacionado en el exterior del templo en que se habían colocado unos altavoces para la retransmisión del acto, siendo posteriormente muy alabado por todos los que lo escucharon.
A continuación comenzó la salida de la Hermandad, que lo hizo con sus impresionantes filas y sus grandes cirios encendidos, llevando a hombros el «paso» de «La Dolorosa».
En ésta salida tuvo una brillantísima presentación el grupo de soldados romanos con su vestimenta de época, seis con capa azul y otros seis con capa encarnada, al frente de los cuales iba un centurión con una magnífica capa encarnada. Todo el vestuario era de mucho gusto y muy bien llevado por doce artilleros del Centro Castrense de Acción Católica de Artillería.
Estos soldados romanos abrían marcha tras la Cruz recorriendo la procesión por la calle General Mola, Tabacalera y calle Mayor hasta su cruce con la de Santiago. En éste momento, los soldados romanos se destacaron del cortejo hasta la puerta de la iglesia de Santiago dónde simularon el prendimiento de Jesús Nazareno y formados en sus lados lo condujeron hasta la confluencia de Mayor con Sagasta dónde ya se encontraba la Hermandad con el «paso» de «La Dolorosa», situándose el «Nazareno» frente a su Madre. La banda de trompetas de Artillería comenzó a tocar una marcha floreada; cantó dos magníficas saetas, con gran sentimiento, don Valentín Atienza, y el Prior de la Hermandad, Rvdo. P. Larios dirigió breves palabras glosando la escena del «Encuentro» entre el Hijo y su Madre, todo ello retransmitido a las cercanías mediante altavoces debidamente instalados con antelación.
No puede ser descrito el espectáculo que en ese momento ofreció todo el trozo de la calle Sagasta, calle Mayor y bocacalles adyacentes ni los esfuerzos de la policía para contener a los miles de personas que apretados, cubrían estas calles. Nunca se había visto cosa parecida ni silencio tan profundo como el que se produjo cuando los altavoces comenzaron a dejar escuchar los primeros toques de trompetas y hasta que el Prior terminó su glosa. Fue algo indescriptible, emocionante y que produjo en cuantos lo presenciaron un gran efecto de piedad y seriedad. Una vez terminada la escena, se reemprendió la marcha hasta la iglesia de Palacio donde fueron recogidos los otros dos «pasos» para su traslado ala Redonda, siguiendo por las calles de Travesía de Palacio, Herrerías, San Bartolomé, plaza de Amos Salvador y General Mola hasta llegar ala Colegiatadela Redonda, dónde terminó la procesión con el rezo de otra estación al Santísimo, sobre las doce de la noche.