Homosexualidad (VII): CUANDO SE IMPONE EL SENTIDO COMÚN

(HOMOSEXUALIDAD – VII)

Enfoque definitivo:

Samuel Jofre Giraudo, Obispo de Villa María (Argentina), explica con nitidez y en menos de cuatro minutos, en un vídeo colgado en Youtube, cuál es el enfoque definitivo – por elemental – en la discusión sobre la homosexualidad.

Viene a decir lo siguiente: “si un señor se hace operar, se quita cuanto quiera quitarse, se pone cuanto quiera ponerse, se cambia la documentación, pasa a figurar como mujer y le toman un pelo para ser analizado – un solo pelo -, o alguna célula epitelial (de esas que se nos desprenden constantemente), ¡siempre se sabrá que es varón!

Samuel JOFRE, Obispo de Villa María (Argentina), explica con nitidez cuál es el enfoque definitivo – por elemental - en la discusión sobre la homosexualidad.
Samuel JOFRE, Obispo de Villa María (Argentina), explica con nitidez cuál es el enfoque definitivo – por elemental – en la discusión sobre la homosexualidad.

Entonces, ¿qué es lo que falta en este debate? Simplemente sentido común, vivir en la verdad. De eso se trata. No es cuestión de que yo esté de acuerdo o no. Es que la verdad se nos impone, y mientras más tardemos en aceptarla, más duro es el golpe.

Yo propongo que, en lugar de negar la verdad, ayudemos a las personas que tienen dificultad para aceptar y amar su condición varonil o femenina; que les comprendamos, no les discriminemos, les queramos y todo eso, pero sin perder el sentido común. Hacerlo no ayuda a nadie.”

Consecuencias de normalizar las conductas homosexuales y de elevar las uniones de este tipo a la categoría de matrimonio:

El prelado sostiene que, para la sociedad, esta es una cuestión suicida (o vital). La familia es la base de la sociedad y el matrimonio es la base de la familia. Si confundimos lo que es un matrimonio con cualquier otra cosa, estaremos iniciando la demolición del tejido social que soporta el desarrollo de cualquier región o país. También estaremos haciendo discriminación.

¿Qué es discriminar? – Se pregunta Mons. Samuel -, «es tratar de manera diversa a los iguales. Ahora bien, todos somos iguales en algo y diferentes en algo. La discriminación es una injusticia y es pecado precisamente cuando trato de manera diversa a los iguales en aquello que son iguales. Pero tratar de forma diversa a las personas en lo que son diferentes ES JUSTICIA, y tratar de manera igual a las personas en lo que son diversas es una INJUSTICIA. Esto es aplicable a todos los niveles: en la masculinidad o feminidad, a nivel impositivo, en la edad, en la inteligencia, etc.

El criterio de ‘nivelar por lo bajo’ es uno de los factores que ha desencadenado la decadencia actual.

Los esposos se esfuerzan en ofrecer a sus hijos un marco estable que propicie el desarrollo de sus capacidades y su personalidad. En cambio, los concubinos, homosexuales o no, actúan como si dijeran: ‘mientras me compense te daré ese marco estable; si mis afectos o intereses cambian, prepárate a experimentar el terremoto emocional correspondiente. Espero que salgas bien parado, pero si no es así, ¡lo siento!’.

Una mujer que se casa se compromete y se obliga con su esposo. Una concubina no. Un señor que se casa, lo mismo. No hay correlación entre deberes y derechos.

Las parejas homosexuales tampoco son procreativas. Seguirán sin serlo por muchos encuentros sexuales que tengan o por mucho que adopten; ni siquiera un tratamiento de fecundación artificial cambiará ese hecho.

¿Por qué vamos a dar los mismos derechos cuando no tienen las mismas obligaciones? Esto es una gravísima injusticia más allá de la fe. Consentir esta situación provoca un desorden social muy grave que es causa de muchas violencias. ¡Y lo estamos viendo!»

El prelado concluye su alegato señalando que «la violencia familiar acaba trascendiendo a la sociedad; por lo tanto, este no es un problema de fe”

Quizás el testimonio de Philippe Ariño, escritor homosexual, refuerce la llamada al sentido común que hace el prelado Samuel Jofre Giraudo. En una entrevista concedida a la Cadena SER en 2013, dijo lo siguiente:

No es un regalo dar algo (la ley de matrimonios homosexuales) que las personas no podrán vivir. Es inútil.
Hay parejas que integran la diferencia de sexos pero no aprovechan el tesoro que tienen y no se aman. Sin embargo cuando se acoge la diferencia de sexos con amor, es la mejor base social de construcción de todo ser humano y de toda sociedad. No sé si nos damos cuenta de la importancia que tiene la diferencia de sexos. ¡Claro que hay amor en las parejas homosexuales!, pero es un amor más frágil porque no es complementario y no lo podemos poner como base para la construcción de una sociedad.

MARTACM

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