Allanemos los caminos, preparemos el corazón, abramos los oidos.

En tiempos del antiguo testamento el profeta Isaías anuncia que la venida del Mesías estaba signada por una voz que clamaría en el desierto y que prepararía el camino del Señor, enderezando sus sendas. Es esa voz que llama a reflexión, pero a la vez a un cambio radical de la conducta humana, es decir, al arrepentimiento, a volverse al Señor. Esta venida del Señor, para morar entre nosotros, marcaría una nueva era en la historia de la humanidad; habría cambios sustanciales en la conducta del ser humano. La venida del Mesías se produjo y las cosas cambiaron. Nuestro Señor…

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