Ha fallecido el sacerdote escolapio Ángel Valenzuela Santos.

[Anónimo]

Ayer, 16/06/2020, fallecía en Zaragoza en la residencia escolapia BETANIA, el sacerdote escolapio padre D. Ángel Valenzuela Santos.

Nació en Zaragoza el 19 de octubre de 1947 y escolapio desde muy joven, pasó la mayor parte de su vida escolapia en Camerún.

Fue profesor en el colegio de Logroño de Escolapios desde 1968 hasta 1982 y entre otros muchos encargos fue consiliario de la Cofradía nuestra Cofradía de Las Siete Palabras y el Silencio.

D. Ángel Valenzuela, bendijo las palmas y ramos durante los años 1971, 1972 y 1973, en las salidas de la procesión de los Domingo de Ramos de esos años, desde el parque de González Gallarza. En el año 1972, coincidió con la última salida de las primeras andas que tuvo el paso de «la borriquilla» y en el año 1973 coincidió con la inaguración de las nuevas andas blancas y la restauración de todo el conjunto de imágenes, siendo todo el conjunto escultórico bendecido igualmente por éste gran sacerdote escolapio.

Quote:

El Domingo de Ramos, día 15 de Abril de 1973, se volvieron a concentrar en el parque «González Gallarza» toda las secciones infantiles de las cofradías y los niños de los colegios con sus ramos o palmas en torno al nuevo «paso» que causó un gran impacto; a su hora, sobre el mediodía, el P. escolapio Ángel Valenzuela procedió a su bendición e inmediatamente se organizó la procesión por el itinerario prefijado, abriendo la misma la banda de tambores de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro.

La mañana fue soleada y numeroso público presenció el paso de la misma por todo su itinerario: República Argentina, Gran Vía (cruce), Víctor Pradera, Avda. de Portugal, Avda. de José Antonio, Muro de la Mata, Muro del Carmen, Muro de Cervantes, Avda. de Navarra y Capitán Gaona para finalizar en el Colegio de la Enseñanza donde se guardaba el «paso» todo el año. Los comentarios fueron elogiosos. Gustó mucho el «nuevo paso». Ha ganado en prestancia y en estética de las imágenes que lucían su belleza en todo su esplendor, consiguiendo, con la magnitud del «paso» y el orden en que se desarrolló la procesión, una gran dignidad y solemnidad. Estos fueron algunos de los comentarios escuchados durante la misma.

Texto y fotografias del libro de Historia de la Semana Santa de D. Eugenio Ugarte Alonso.

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