Sol de La Rioja, María de Valvanera

Peregrinación Diocesana

al Monasterio de Valvanera

Queridos hermanos:

            Un cordial saludo ante todo y el deseo de que el Señor nos infunda nuevo ardor misionero al inicio de este nuevo curso pastoral.

Como todos los años, celebraremos la solemnidad de nuestra Patrona, la Virgen de Valvanera, en la tradicional Peregrinación Diocesana a su Monasterio, el domingo 9 de septiembre, presidida por nuestro Sr. Obispo D. Carlos Escribano.

El horario previsto es:

– 11,00 h.: Celebración penitencial.

– 12,30 h.: Eucaristía presidida por el Sr. Obispo y procesión.

– 14,00 h.: Comida popular.

– 15,00 h.: Sobremesa festiva.    

– 16,15 h.: Vísperas. Presentación y entrega del cartel del curso pastoral.

            Durante la Eucaristía se hará la presentación oficial del Plan Diocesano de Pastoral para este próximo curso, e invocaremos a la Madre de todos los riojanos para que nos aliente en la nueva Misión que vamos a emprender.

Después comeremos juntos en un lugar adecuado, habilitado con mesas y sillas. Cada cual ha de traer su comida que, como siempre, compartiremos con generosidad. La comunidad de monjes del Verbo Encarnado nos agasajarán con fervoroso licor de Valvanera y disfrutaremos de una sobremesa festiva.

            A continuación, tras la oración de Vísperas en el templo, presentaremos el icono de la Misión, que se entregará, junto con el Plan Diocesano de Pastoral, a dos representantes de cada Arciprestazgo.

(Publicado en Pueblo de Dios 03/09/2017 por D. Justo García Turza)

Siguiendo una tradición maravillosa y entrañable, el domingo más próximo al 8 de Septiembre (Festividad de la Natividad de la Santísima Virgen María),  subimos en peregrinación a Valvanera a saludar a la Virgen, a mandarle un beso y a vivir una jornada festiva de unidad con todos los diocesanos en torno a nuestro Obispo. Don Carlos, al igual que se viene haciendo estos últimos años, pondrá en el regazo de la Señora el Plan Diocesano de Pastoral, para que Ella interceda ante su Hijo y nos ayude a hacer lo que Él nos diga, como en las bodas de Caná. Por lo demás, y con toda seguridad, pasaremos un día estupendo de convivencia en torno al monasterio.

He de confesar que ya desde niño me conmovían todas las expresiones de afecto filial que dirigíamos a la Virgen de Valvanera, sobre todo cuando subíamos en romería – allá por el mes de mayo – desde Matute, y más tarde desde el Seminario. Llamábamos a María “Serranilla graciosa”, invocación a la que uníamos otras no menos cariñosas como “Madre amorosa, bien de esta tierra, prenda querida”. ¿Puede haber un piropo dirigido a María más hermoso que llamarla “Serranilla graciosa”? Con toda seguridad que no lo hay.

Pocos riojanos habrá que no conozcan bien, detalladamente bien, el origen de nuestra devoción a María de Valvanera. Cómo el ladrón y asesino Nuño Oñez, oyendo el rezo de quien iba a ser su víctima inmediata, se arrepintió de sus crímenes, encomendándose a María para cambiar radicalmente de vida. Un día, durante su oración, recibió la visita de un ángel que le indicó que fuera a Valvanera en busca de un roble de cuyo pie brotaba una fuente y que contenía varios enjambres de abejas, en el que encontraría una imagen de la Virgen. Acompañado de Domingo, sacerdote, encontró la imagen y en el lugar edificaron lo que serían los inicios del monasterio de Valvanera, allá por los últimos años del siglo IX.

Así empezó todo. Hoy, la invocación a María como Reina y Señora de Valvanera está extendida por todo el mundo. Acudamos el domingo a venerarla como riojanos, como hijos predilectos de tan estupenda Madre.

Justo García Turza

ORACIÓN A LA VIRGEN DE VALVANERA

Virgen de Valvanera,

hija amada del Padre,

Madre del Señor Jesús,

templo del Espíritu Santo

Y Madre de todos los riojanos.

Al celebrar con alegría la presencia

de tu bendita imagen en nuestra tierra riojana,

te alabamos y de damos gracias

por ser regalo de Dios para nuestro pueblo,

por peregrinar con nosotros mostrándonos a Jesús,

por animar siempre a la Iglesia

que, guiada por el Espíritu Santo,

quiere servir a su pueblo.

María de Valvanera, mujer creyente,

fortalécenos en la fe;

Maestra de esperanza, enséñanos a vivir esperanzados;

Reina y Señora de la caridad,

muéstranos el sendero del amor,

del perdón y la reconciliación entre todos los hombres.

Acompáñanos en la oración,

enséñanos el camino de la conversión,

ayúdanos en el compromiso

y en el servicio a los hermanos,

especialmente a los que más sufren.

Contigo, primera discípula y misionera,

queremos seguir anunciando a Cristo

como el Camino, la Verdad y la Vida,

para que nuestro pueblo, en Él,

tenga vida abundante, verdadera y eterna.

Santa María, Virgen de Valvanera,

ruega por nosotros a Dios.

Amén.

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